“Mi tierra tiene una flor, como cualquier tierra tiene la flor de la libertad, que no se pudre ni muere” Nino Bravo /
Siempre lo he visto con tristeza. Me asombra el comportamiento de mucha gente “corrida y experimentada” con mucha carretera en la universidad de la vida. Y peor; de adultos mayores, de los cuales les hago reverencia y les tengo respeto; si y solo si, se lo han ganado y se lo merecen. Hacemos movimientos bruscos y aleatorios de la cabeza a medio girar. ¡Como negando lo que estamos viendo!… con los brazos cruzados y los hombros levantados. La quijada inferior casi saliéndose de su base, por lo que estamos presenciando…¡¡¡ No le echo la culpa porque fueron “alienados, embrujados, empobrecidos”!!!… Lamentablemente “han perdido su personalidad” y son vulnerables a todo, vendiéndose al mejor postor. Cuando Cristo posó sus pies en la tierra, y creo, que era lo que teníamos que idolatrar. Bueno, pero esa es otra historia y no esta, que llevo a colación. Me estoy refiriendo es al culto que se le hace a un “humano simplón” y ese será mi ejemplo. Miren lo que pasó en Waco en Texas, el Klu Klux Klan, Charles Manson, el Nazismo entre muchos casos más que por idolatrar y seguir a un “humano mortal” silvestre, vulgar y corriente, han hecho que la historia lo juzgue. Hipnotizan dogmáticamente tomándole el poder de su cuerpo; de sus movimientos básicos. De sus pensamientos. De su completo accionar. En eso ha estado plagada la vida política/ fanática de un país. Algunos han despertado, otros no.
“Se entiende por idolatría la adoración religiosa que tiene por objeto un ídolo. Él toma el lugar de Dios y es adorado como si lo fuera. De esta manera, la idolatría se limita a la esfera del culto religioso. Pero en sí mismo el concepto de idolatría es más amplio, ya que puede invadir cualquier área de la vida humana, siempre que Dios sea reemplazado por algo que no sea él. Por lo tanto, una buena definición sería: la idolatría es la absolutización de cualquier realidad creada o cualquier producto de nuestra imaginación cuando el hombre adopta ante ellos una actitud de absoluto temor, afecto o confianza”. Lo anterior leído atinó en el mero centro de la Diana. Le añadiría que si se va de este plano terrenal (el idolatrado) parece que se vuelven más enfermos en esa idolatría que no los deja avanzar. Ahora su fanatismo es en el plano inmaterial.
Que quede muy claro y hago hincapié: Yo respeto sus creencias. No con esto trato de restarle importancia a lo que usted cree. Eso es pluralidad y para allá no está dirigida mi crítica. El humano es una caja de sorpresas. Pero es imposible que usted no tenga ni luz ni brillo propio por dejarse encandilar por algo a seguir. De ser así ¿Para qué está en este mundo? ¿Cuál es su tarea aquí? ¿Su tarea es ser dominado?¡¡¡ Entonces!!!…. ¡No debió haber nacido, si su destino es apoyar la destrucción de la raza humana, de usted mismo y su generación!
La idolatría es Paganismo, fetichismo, adoración, veneración, culto a la personalidad y fervor. Usted, que lee estas letras me expresará si estoy equivocado o fuera de contexto. Al leer todo esto, usted dirá: ¿Para donde me quiere llevar este señor que está escribiendo? ¡Llevarlo a que “ABRA LOS OJOS”, que no es chino! Esta destrucción tiene mucho que ver con usted y su apoyo ciego. Tiene que ver con su colaboración, con su lealtad a cambio de nada: Con sus creencias erróneas. Con sus errores constantes que lo han llevado al despeñadero y aún sigue. Es hora de despertar y de respetarse usted mismo. Es hora de hacerse valer como humano y no como monigote. Es hora de tener criterio propio. Es la hora de respetar a tu familia. Es la hora de su validez, porque usted es: IM-POR-TAN-TE…. ¡¡¡ Es la hora!!!
Me inspiré en redactar estas letras cuando vi a “varios” acólitos, en una esquina, esperando “no sé qué”, con su franela desgastada alusiva a la política puesta en su cuerpo famélico por la delgadez. Su mirada perdida como albergando una esperanza. Sin embargo, ellos estaban allí, alegres. No sé qué celebraban, pero me dio pena ajena. Sin penas ni glorias, al rato, se marcharon a seguir su vida difícil del día a día. No estoy de acuerdo que sean manejados ni movilizados como marionetas. Merecen respeto. Yo no busco centrimetraje en nada. Ellos necesitan respeto aunque ellos mismos hacen que los irrespeten. Es eso, la idolatría lo enceguece. No quise preguntar que aguardaban.
La idolatría no es buena. No es justo jugar con la necesidad de la gente con la amenaza de no darle lo que le pertenece. Le apuesto que en la intimidad de la familia de ese político se burlaran en alguna de sus conversaciones; de cómo manejan el hambre y las necesidades de un seguidor. Y no se ofenda porque no los estoy nombrando porque ustedes no son noticias. La importancia la tiene “Mi Gente” que está pasando penurias y no ustedes. Nuestra pueblo y nuestra gente es la importante que de seguro van a despertar.
Esto tiene mucha tela que cortar. Haremos la segunda parte de este artículo. La opinión pública hay que alimentarla. Gracias por existir y estar allí, mis amigos…. ¡Por allí nos vemos!
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