El 4 de octubre, se espera el Cordonazo de San Francisco. Este día coincide con una fecha religiosa en la que se conmemora a San Francisco de Asís, conocido por ser el patrono de los animales y la naturaleza; y es justamente de esta figura y su vestimenta de donde sale este mito.
Hay una leyenda que habla de El cordonazo de san Francisco. Se cuenta que cuando el diablo le venía a lastimar, el santo se deshacía de él fustigando el aire con el cordón que llevaba atado a la cintura. Al hacer ese gesto, en el cielo se organizaba una enorme tormenta de rayos y truenos que hacían huir al demonio.
Entre el mito y la realidad.
La creencia popular, especialmente entre católicos, dice que el santo suelta el cordón de su sotana y azota las nubes para que el agua caiga sobre campos y ciudades y termine con el sofocante verano. Así, gracias a su intervención divina se refrescan sus habitantes.
Lo curioso es que, por lo general, este día coincide con tardes de fuertes lluvias, truenos, relámpagos y mucho granizo. Sin embargo, los meteorólogos hablan de una ventana tiempo en la que este fenómeno se puede presentar desde el 25 de septiembre al 10 de octubre; marcando el fin del verano y la sequía, y el inicio del invierno o época de lluvias.
Varios países de América Latina como Colombia, Venezuela y México también creen en este mito del Cordonazo de San Francisco, que se repite durante las mismas fechas, así que además de las aguas, abundan las leyendas; pero eso sí, todas coinciden en el nombre del «cordonazo» y su santo.
“Cuando San Francisco saca el cordón, en el mar hay grandes marejadas; unos años sí y otros no, pero más sí que no.” Refrán popular.
San Francisco: Patrono de la Naturaleza.
San Francisco de Asís fue un fraile italiano de los siglos XII y XIII, fundador de la Orden Franciscana. En 1228 y el Papa Gregorio IX lo canonizó y declaró que su fiesta se celebraría cada 4 de octubre.
Muchos de sus devotos lo recuerdan y veneran por sus alabanzas a la Creación,” y comunicando su amor a los animales, plantas y astros de la Tierra.
Aunque el sol brille y caliente en las mañanas es mejor llevar un paraguas. Las tardes de octubre siempre sorprenden en la región andina.
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