Wismar Marval/
El lunes 17 de mayo en horas del mediodía, el teniente de navío Luis Torres Gil fue asesinado a tiros por el subalterno Maikel Sucre Oviedo. El hecho se produjo en el patio central del comando de Infantería de Marina en Catia La Mar, estado La Guaira.
Torres Gil estaba casado con Rosmery Rodríguez, deja dos hijos huérfanos y residía en el Bloque 6 de la urbanización Cumboto II de Puerto Cabello.
Sus vecinos dieron fe de su buena conducta, don de gente y padre ejemplar, además hacía vida militar entre Puerto Cabello y La Guaira. Se tuvo conocimiento que sus restos fueron velados en la Funeraria Santa Rosa frente al Parque Negra Hipólita de Valencia y este miércoles sería trasladado y sepultado en Puerto Cabello, según informaciones obtenidas por parte de familiares y amigos. Se desconoció si era oriundo de esta ciudad.
Teniente que lo asesinó tenía problemas psiquiátricos
Después del suceso, funcionarios castrenses emitieron un comunicado en el que expresaron: “Nos indican que éste individuo -Dionel Briceño Sucre- fue dado de baja en dos oportunidades de la Academia Militar de la Armada Bolivariana por problemas psiquiátricos. Al agotar los recursos por la academia, logró entrar tiempo después en las filas de la Dirección General de Contrainteligencia Militar y cursar estudios de contrainteligencia en Cuba, para después entrar como asimilado en la Armada de Venezuela optando el rango de Teniente de Fragata”.
Los funcionarios se encontraban frente al mástil del patio principal de la academia. Para el momento, se llevaba a cabo una jornada de vacunación en el puesto de enfermería.
Según versiones, el Teniente Torres Gil, pidió un reporte al Teniente de Fragata Briceño Sucre sobre la jornada de salud. Éste respondió “se coordinó café para el personal de sanidad naval”, pero la respuesta no fue suficiente y por ello Torres Gil le indicó que estaría de guardia hasta las 6:00 pm (1.800 hrs).
Una vez que Torres Gil le dio la espalda, Briceño Sucre sacó su arma de reglamento: una pistola PGP 22172 y le disparó en la nuca. Cuando cayó al suelo, se le acercó y le propinó otros dos tiros de gracia, causándole la muerte de forma inmediata.
El victimario se entregó a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), después de cometer el asesinato.
Fuente : Sur es Noticia