Wismar Marval/
“Desde el municipio de Puerto Cabello hoy 1 de Mayo levantamos nuestra voz de protesta exigiendo mejoras salariales, sueldos justos y dignos, un plan de vacunación serio y confiable para todos, sin perder por supuesto nuestra fe y convicción que lograremos juntos la Mejor Venezuela.” así lo expresó la dirigente María Xintavelonis en una protesta pacífica realizada en la urbanización Rancho este 1ero de Mayo Día del Trabajador.
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Las mujeres y los hombres con pancartas en mano, se instalaron en la Plaza de la avenida Juan José Flores de Rancho Grande y mostraron su molestia con el gobierno de Nicolás Maduro por los bajos sueldo, alza de comida, falta de agua, energía eléctrica, en fin “por la peor crisis vivida en la historia de Venezuela”
En Valencia marcharon por ingresos suficientes
El presidente del Colegio de Enfermeros (as) del estado Carabobo, Julio García señaló que este 1er de mayo, día del trabajador en Venezuela, la esta fecha está signada de mutaciones, conceptos y aspiraciones propias de la celebración, si comparamos las consignas laborales de unos cuarenta años, donde lo principal en el trabajador era exigir un aumento salarial y la reducción de las jornadas de trabajo, tal como aspiraban los trabajadores de Chicago, este año, no es diferente a los anteriores.
“Por la reconciliación nacional y la justicia social”, es el título que signa el informe de la Comisión de Encuesta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT – 2019), se trata de un estudio proveniente del análisis de la estructura socio laboral de los Trabajadores, Patronos y el Estado; que responde a las aspiraciones de la fuerza laboral en Venezuela, y se traduce en un cambio de la conducción de las políticas de Estado que atentan contra los venezolanos.
En Valencia también salieron a la
calle/ Foto: Cortesía/
Hoy día, hay que caracterizar al sistema laboral venezolano, como aquel donde las relaciones laborales son de contenido disfuncional, legalmente constituidas por normas de aplicación discrecional, con prácticas donde se judicializa lo laboral a través del desconocimiento permanente de la representatividad laboral, criminalizando continuamente las acciones de los trabajadores y sus representantes gremiales y sindicales con acciones de persecuciones o privativas de libertad, de enjuiciamiento, con prácticas estatales de violencia institucional.
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Los signos sociales son de una cultura centralizada, corporativizada, de control, de rasgos autoritarios y de estilos militarizados donde se ordena y se cumple en un contexto sistémico disfuncional, con indicadores permanentes y estructurales de conflictividad, desmejoras, y violaciones de derechos humanos.
Esto ante los ojos del trabajador es discriminatorio e insuficiente, donde ni siquiera se ha garantizado la vacunación para los trabajadores del sector salud.
Es por ello que se hace necesario que la fuerza laboral presente un bloque unitario al país para enfrentar estas anomias sociales, por ello, las nuevas exigencias deben dirigirse por: la libertad, democracia y reconciliación; las condiciones laborales decentes e ingresos suficientes; y vacunación para todos, dijo Julio García.