El pasado 30 de marzo se cumplió un año y tres meses de la desaparición de Alberto Jiménez y Rafael Bracho, quienes salieron de sus casas, en el sector Antonio José de Sucre de Yaracal a trabajar y mas nunca se supo de ellos.
Como se informó en su momento, Jiménez y Bracho ingresaron el 30 de diciembre del 2019 a su lugar de trabajo, la finca Santa María ubicada cerca de la llamada Curva de la Muerte, de la carretera nacional Morón-Coro en Yaracal, a cumplir su acostumbrada faena de ordeño.
Los ordeñadores han debido regresar a sus casas en la madrugada pero no lo hicieron y a partir de ese día no se supo más nada de ellos.
Sus familiares iniciaron la búsqueda y acudieron a los organismos pertinentes como el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística, Cicpc, el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo del estado Falcón, incluso se han dirigido la gobernador pidiéndole ayuda para saber del paradero de los ordeñadores pero todo ha sido infructuoso.
«El Gobierno no nos da respuestas», expresaron en torno al caso los familiares de los ordeñadores desaparecidos.
Con información Diario La Mañana