Wismar Marval/ Internet
Este 24 de enero se cumple un año del asesinato de dos empresarios aduaneros en el sector El Palito de Puerto Cabello.
Según las versiones oficiales habría sido el ascenso laboral a la gerencia donde trabajaban fue la causa del asesinato de los aduaneros Orlando José Sosa Kellys (48) y Enrique Alfonzo Escobar (58), acribillados por sicarios que dispararon desde una moto a la camioneta donde los dos hombres viajaban por la autopista La Sorpresa-El Palito, el viernes 24 de enero del 2020.
Tomando como referencia la nota de Francisco Chirinos de El Pitazo hace un año, el jefe del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) Douglas Rico, informó en esa ocasión que el móvil del doble homicidio fue la postulación de Orlando José Sosa Kellys a la gerencia de la aduanera donde laboraba. “Cargo desde donde iba a interferir en las negociaciones ilícitas de una persona”, escribió, desde su cuenta en la red social Instagram, sin especificar de qué tipo de negociación ilícita se trataba.
El comisario Douglas Rico declaró en esa oportunidad que el caso policialmente estaba resuelto.
Rico informó que el autor intelectual del doble crimen era Marcos Rafael Gutiérrez Berríos (38), quien aún no había sido capturado. Este entregó a José Gregorio de Abreu Godoy (39), alias “el Goyo”, la suma de 5.000 dólares para que contratara a unos sicarios y le dieran muerte a Sosa Kellys.
Acto seguido, «el Goyo” –quien tenía negocios ilícitos en la empresa y temía ser investigado una vez que Sosa Kellys, con quien tenía problemas, asumiera la gerencia- contrató a Jorge Jesús Franco Soublette (38) alias “el Jorgito”, quien, a su vez, llamó a su compinche José Useche Cáceres (32). Ambos iniciaron el estudio de los movimientos del aduanero.
El 24 de enero de 2020, “el Goyo” y “el Jorgito» siguieron a Orlando Sosa Kellys hasta las oficinas de la empresa donde este laboraba, en el centro comercial Madefer de Puerto Cabello. Esperaron durante horas sin que el aduanero se percatara de que lo seguían y vigilaban.
Cerca de las 4:00 pm, Sosa Kelly decidió retirarse de la oficina. Marcos Rafael Gutiérrez Berríos avisó a los sicarios que el hombre se marchaba y había llegado la hora de la ejecución. El aduanero salió del centro comercial y tomó la autopista La Sorpresa-El Palito. “El Goyo” y «el Jorgito» lo siguieron en una moto Kawasaki KLR 650 y en una camioneta Ford Explorer, identificada con las placas AG759SM.
Sosa Kellys se trasladaba, junto a Enrique Alfonzo Escobar, en una Toyota Prado color gris. Una vez que los aduaneros pasaron la urbanización Vistamar, los motorizados empezaron a disparar contra la camioneta. El aduanero trató de huir de los tiros bajando por el distribuidor El Faro, pero la lluvia de plomo lo hizo perder el control del vehículo que cayó a la playa de El Palito con sus dos ocupantes muertos.
El parte del Cicpc indica que al momento de la captura de los autores materiales del crimen el organismo policial recuperó la moto, la camioneta y la indumentaria utilizadas por los homicidas.
El comisario Douglas Rico también informó hace un año, que por el caso faltaba por apresar en esa oportunidad a Marcos Rafael Gutiérrez, por cuya búsqueda se habría realizado sendos allanamientos en la urbanización Rancho Grande de Puerto Cabello y en inmuebles propiedad del sujeto en la ciudad de Valencia.
Conocimos de forma extraoficial que los involucrados en este caso están bajo rejas cumpliendo condena.