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Wismar Marval/
A través de denuncias vía telefónica pudimos conocer sobre la posible disputa que existiría en Puerto Cabello entre las Funerarias que hacen vida en esta ciudad.
La información suministrada indica que la situación ha llegado hasta el extremo de una persona detenida por espacio de varios días por no estar de acuerdo con que una sola funeraria se quede con todos los servicios.
En esta presunta disputa, uno de los dueños de las funerarias involucradas estaría haciendo presión en las autoridades locales, para presuntamente, cerrarles el paso a las empresas que también prestan el mismo ramo y así obtener la exclusividad del servicio fúnebre en la costa, dejando entrever que cuenta con poder político para lograr sus objetivos.
Se habla de “colocarles trabas” para que los interesados no puedan renovar la licencia de actividades económicas, notificarían a prefecturas y registros para que no tengan acceso a ningún trámite y queden como los interiores de Superman…por fuera.
La muerte en Puerto Cabello se ha convertido en un negocio del cual muchos quieren sacar provecho y esta presunta disputa entre funerarias sería un ejemplo palpable de que nunca falta quien vea en las tragedias un negocio redondo.
De igual forma, indicaron los denunciantes, que este lunes habrá una reunión con todos los representantes del sector funerario de Puerto Cabello para aclarar la situación, ya que todos tienen derecho al trabajo y prestar un buen servicio a quienes lo requieren en momentos de dolor.
“Esperemos que detrás de esto no está un funcionario gubernamental, ya que sería el colmo que hasta con los muertos se metan, y quieran sacarle dinero a los familiares, es una falta de respeto” Alegaron.
Los zamuros de la muerte
Serían muchos los trabajadores de la nómina de la funeraria interesada en quedarse con la exclusividad de los servicios fúnebres en el litoral.
Estos se la pasarían en los alrededores del Hospital Prince Lara, Seguro Social y Clínicas Privadas de la localidad y ofrecerían precios fantasmas, y luego empezarían a incrementarle el precio a la familia, cuando ya tienen el cadáver en su poder.
En la ciudad existiría una red completa de gestores, conocidos como “zamuros de la muerte”, quienes realizan los trámites en todos lados.
“Las 24 horas se turnan en el Hospital, Seguro, morgue, y hasta en el registro y prefecturas se comentan de los famosos zamuros”. Informaron los denunciantes. Si la persona murió por COVID-19, los “zamuros de la muerte” inmediatamente incrementan las tarifas.
¿Negocios con bolsas negras?
“Aquí hay que hablar claro, desconocemos si es que hay otro negocio con las bolsas de plástico especiales para cadáveres, según nos informaron que desde el gobierno iban a mandarlas y no vayan ser vendidas entre las funerarias”.
Estas bolsas son sacos de un metro de ancho por dos de largo, hechos de polietileno biodegradable en donde se almacenan los cuerpos inertes de los fallecidos, pero al parecer actualmente los centros de salud estarían utilizando bolsas negras de basura, las cuales no son adecuadas para este tipo de resguardo de cadáveres.
Los denunciantes realizaron un llamado a los organismos competentes para que investiguen la situación, pues vulneran los derecho al trabajo y en medio del dolor, estas personas se podrían aprovechar para sacarle el mayor provecho a la muerte de su ser querido.
