Wismar Marval/
En el 2009, el entonces Presidente Hugo Chávez anunció la construcción de la fábrica de pequeños satélites, para reimpulsar la independencia científico-tecnológica de la Nación, en la población de Borburata en Puerto Cabello cuando se conoció la noticia de la puesta en funcionamiento de la fábrica, muchos se alegraron e incluso decían “vamos a tener aquí mismo una Nasa Bolivariana”.
“Venezuela contará, por primera vez en su historia, con una fábrica de pequeños satélites diseñados con mano de obra nacional, un hecho que se materializará a final de este año, cuando se inaugure el Centro de Investigación y Desarrollo Espacial (CIDE) en la ciudad de Puerto Cabello, estado Carabobo”, de acuerdo con un boletín de prensa del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología para la fecha.
Pero han pasado ya 11 años de ese anuncio que fue tendencia noticiosa y todos se preguntan: ¿NI un papagayo lograron poner en órbita?
Según datos encontrados en Internet se habrían invirtieron más de 125 millones de dólares y todo quedó en amanecerá y veremos…
Sólo monte, culebras, escombros y anuncios que están casi tirados en el suelo, es lo que existe actualmente en la zona donde se construiría la fábrica de satélites.
Este caso se une a otras obras anunciados durante estos años de revolución y que hasta ahora “no se le ha visto el queso a la tostada”, como el Teleférico de Tejerías, las soluciones habitacionales en terrenos de Cedimague, la construcción de un puente basculante para unir el Malecón con el Castillo Libertador, y el tren Puerto Cabello-Barquisimeto.
Un poco de historia
Según un reportaje publicado en ArmandoInfo en Internet, el ex ministro del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación en aquella ocasión Jorge Arreaza, durante una entrevista radial en 2012 explicaba, con motivo del lanzamiento del satélite Miranda, que la fábrica en Borburata tendría un costo aproximado de 63 millones de dólares. Eso, en sus palabras, significaba “una inversión a largo plazo para adaptar la ciencia y la tecnología a las necesidades sociales”. Sin embargo, este proyecto sólo en créditos adicionales aprobados por la Asamblea Nacional supera ya los 100 millones de dólares.
El primero de los créditos adicionales se aprobó en 2011, y fue publicado en la Gaceta Oficial número 39.717, por un monto de 341 millones de bolívares. Lo que equivalía a un poco más de 79 millones de dólares al cambio oficial del momento. Menos de un año después, a mediados de 2012, a través de un crédito adicional al presupuesto de gastos vigentes del Ministerio de Tecnología, la fábrica de la agencia espacial recibió 149 millones de bolívares más, equivalentes a 23 millones 650 mil dólares al cambio oficial de ese año. Sólo en créditos adicionales son 102 millones de dólares.
Según publicaciones de la Agencia Venezolana de Noticias, el Centro de Diseño Ensamblaje, Integración y Verificación de pequeños satélites también habría recibido fondos del Fonden, entidad creada en 2005 por el Ejecutivo Nacional para invertir el dinero proveniente de la renta petrolera en proyectos sociales. En julio de 2012, el entonces presidente Chávez aprobó en un punto de cuenta otros 24,8 millones de dólares.
En octubre de 2009, Hugo Chávez anunció la construcción e instalación de la fábrica de pequeños satélites, afirmando que sería una nueva etapa de impulso e independencia científico-tecnológica. “Estoy seguro que Venezuela será, en pocos años, la patria que tanto se ha soñado, la patria grande verdadera, desarrollada a su plenitud, independiente. Venezuela entró de lleno a la era satelital”, Hugo Chávez, octubre 2009. Para reimpulsar este proyecto, a mediados de 2011, la Asamblea Nacional aprobó un crédito al entonces Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, para comenzar a levantar la fábrica. Posteriormente, trabajadoras y trabajadores de la Agencia Bolivariana de Actividades Espaciales (ABAE) se capacitaron en China para el manejo y trabajo en el CIDE, una obra que, hasta la fecha, ha generado alrededor de 400 empleos directos en fase de construcción, y se estima que genere otros 120 empleos en etapa operativa. Venezuela tiene en órbita dos satélites: el Simón Bolívar y el Francisco de Miranda, los cuales garantizan al pueblo el libre acceso a los servicios de telecomunicaciones y una mayor independencia tecnológica. En tanto, se encuentra en fase de construcción el tercer satélite, Antonio José de Sucre, con mano de obra venezolana, para fortalecer la planificación urbana y el desarrollo tecnológico de la Nación en salud, energía, seguridad y alimentación.
En esa ocasión informaron que sesenta venezolanos de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE), pertenecientes al proyecto, se formaron en la República Popular China, en las áreas de competencia que se requería para el manejo y trabajo en el CIDE; los cuales ya llevan un año de labores. La obra ha generado alrededor 650 empleos en fase de construcción, y para la etapa operativa del CIDE 120 empleados.
De igual manera dijeron que como parte del Compromiso de Responsabilidad social, la ABAE había otorgado a la población de Borburata, dos ambulancias, intervenciones y materiales quirúrgicos, gastos médicos, mejoras en los sistemas de drenaje, apoyo en las instituciones educativas, entre otros. Todo en coordinación con los consejos comunales de Patanemo, Gañango y Borburata
Han pasado 11 años y todavía muchos tienen esperanzas de ver en orbita un satélite Made In: Borburata.